Blanca fue abandonada en la cuesta alrededor de octubre de 2012. Tuvimos que armarle un espacio para agua y alimento en un sector ubicado en lo alto de la cuesta. Su carácter esquivo por largos meses nos impidió acercarnos. Siempre la veíamos a la distancia.
Con el correr del tiempo se hizo un poco más sociable y se unió al grupo de Horacio, con quien hoy comparte casa, agua y comida, siempre en el mismo sector.
Poco a poco fuimos ganando su confianza y, hasta diríamos, su afecto. Sin embargo esto llegó algo tarde, ya que hace más de un mes entró en celo y quedó preñada.
Ahora está algo barrigona. Poco para el tiempo de preñez que tiene. Esperamos que tenga un buen parto y que sus guaguas puedan sobrevivir para encontrarles hogar.