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La Susi y la Meche

Ambas fueron abandonadas a mediados de diciembre. Aparecieron juntas un día cualquiera. Se instalaron sobre un colchón botado junto al camino durante el día. Por las noches bajo el mismo en un pequeño espacio. Pasaron varias semanas para que nos dejaran acercarnos por lo que hubo que llevarles alimento y agua hacia donde estaban. Después, algún menesteroso se llevó el colchón y se quedaron sin abrigo. Empezaron, entonces, a vivir bajo un pequeño matorral. Luego les trasladamos una casa para que vivieran.


Lo cierto es que muy lentamente dejaron que nos acercáramos y así, después de unos meses nos dimos cuenta que la Susi estaba preñada. Fue por abril que venía esporádicamente a comer y su barriga se veía deshinchada. Supusimos que tendría cachorros.Así pasó el tiempo hasta que una tarde de un sábado sentimos los gritos de un grupo de niños que nos adviertieron de la presencia de perritos nuevos a unos doscientos metros del refugio. Recién había llovido el día anterior y nos conmovió el hecho de que hubieran soportado la lluvia a la intemperie. Seis pequeñas preciosuras aparecieron entre un matorral. Dóciles y casi alegres de que los hubiéramos encontrado. Con ayuda de los niños los trasladamos al refugio y los dejamos junto a su madre.Durante varios días se nos perdieron y debíamos salir a buscarlos para traerlos nuevamente a su casa. Así ocurrió por semanas. Hasta que llovió un par de días. Pensábamos que sería su muerte el estar en descampado y recibir toda el agua que por momentos fue intensa. Pero, no. No fue así. Sabiamente, la Susi los había trasladado a una de las casas y se encontraban a salvo, secos y abrigados.Desde ese día la Susi , sus cachorros y la Meche ocuparon definitivamente un lugar.

Lentamente los cachorros fueron adoptados hasta quedar sin ninguno de ellos. Mientras tanto, la barriga de la Meche había crecido demasiado y llegó un día de fines de julio en que la encontramos con seis crías. Todos machos de tonos café y ocupando la misma casa en donde se habían criado los de la Susi. Se criaron bien; con buena leche , buen abrigo y cuatro de ellos fueron adoptados.

La Susi y la Meche son inseparables, a tal punto que entre ambas han cuidado sus camadas y se han mantenido alerta por si algún otro ocupante intenta disputarles el espacio. A pesar del abandono son juguetonas y alegres y expresan un gran cariño por quienes las visitan.

 
La Susi, la Meche y dos de sus cachorros continúan abandonados. ¡ADÓPTELOS!


De esta historia sólo quedan dos protagonistas. La Susy y un cachorro.


La Mechita apareció muerta un día martes de enero. Había sido atropellada.

El cachorro, murió de distemper un mes antes, aunque mantuvo buen apetito hasta los últimos días.

La Susy y el cachorro que sobrevive se mantienen cercanos.

Finalmente, a fines de enero, los dos últimos sobrevivientes de esta familia también desaparecieron.

Lo hicieron junto con Collarín y Linda. Nunca supimos qué ocurrió con este grupo de ocupantes. Partieron en medio del calor del verano. Siempre los extrañamos y nos preguntamos por su suerte.

                                                

No al maltrato